jueves, 11 de octubre de 2007

Oкрик (el grito)

Entre los oscuros oficios y espantosas investigaciones que realizó Wenceslao Cardoso con el afán de mostrar al mundo sus dotes actorales, encontramos el viaje que realizó a EEUU en 1933. Minetras en Hollywood se comenzaba a trabajar en el proyecto "Tarzán", Wenceslao Cardoso se presentó en el casting del personaje principal, para ver si era elegido como el mismísimo Tarzán. La crítica inmediata que recibió fue que su estatura (1.62 m) ni su flacucha contextura física no eran adecuadas como para ir por la selva seduciendo exploradoras inglesas de blondas cabelleras, como así tampoco lo eran como para sobreponerse a bestias tales como cocodrilos y leones. Sin darse por vencido, se presentó para el casting del mono, el fiel ad-later del musculoso hombre-mono. Para sorpresa de muchos (aunque no la propia), Wenceslao Cardoso quedó como finalista junto a dos chimpancés africanos, de muy buenas dotes artísticas. Desfortunadamente, Wenceslao perdió por sólo un voto del jurado, quedando en segundo lugar sin más (1).

Sin desanimarse jamás, e incluso con el espíritu pletórico de emociones y gallardo en su semblante, la vida le dio otra oportunidad. Por aquellos días se abrió un nuevo concurso. Esta vez, se trataba de buscar lo que hoy en día conocemos como el inefable grito que daba Tarzán cada vez que llamaba a los animales de la selva. Puesto que ya conocían sobradamente a Wenceslao Cardoso de las otras dos convocatorias anteriores, el jurado decidió darle una oportunidad en el certámen. En él participaron 427 actos, varios de los cuales consistentes en grupos. También estuvo la categoría individual. Wenceslao Cardoso participó en ambas modalidades para el concurso. Integró el conjunto "The Yeah-Yeah Bastards", junto con otras celebridades del mundo lírico (ver fotografía, a la izquierda, en donde aparece destacado Wenceslao Cardoso). Este conjunto demostró destreza en la nominación "mejor grito de canguro en celo", recibiendo el primer premio. Ello no obstante, y como se trataba de la tórrida selva africana, no fueron contratados para la serie debido a la obvia razón que "allá no había canguros" (Zimmermann, 1970). El equipo celebró el premio como si fuera un Grammy.

La vida da revanchas a todos, y Wenceslao Cardoso no fue la excepción. Munido de un carácter beligerante y combativo, en la modalidad individual en precitado batallador peleó hasta llegar a la final, en donde enfrentó al nigeriano Tetumbo Tukulu, que ese preciso día presentaba un cuadro de faringolarintis viral, y al mismísimo Edward Rice "Arroz" Burroughs, que estaba con los pulmones pletóricos de flema. Todo pareció indicar que Cardoso sería el indiscutible vencedor, ya que contaba con un tónico indio que le aflojó toda sus mucosidades faríngeas, dejándolo en óptimas condiciones. Tukulu fue descalificado porque le descubrieron opio en sus bolsillos, con lo que quedaron Burroughs y Cardoso como finalistas. Ante un encarnizado combate vocal entre ambos contrincantes, el resultado fue un empate de jure. "Se resuelve que al señor Burroughs se le conceda grabar sus alaridos con la MGM, como así también mutatis mutandis al señor Cardoso con la RKO. Regístrese, publíquese y Auf Wiedersehen" (Wakeling y Schmidt, 1935).

Quizá el grito más inmortal del hombre-mono sea el de Burroughs (haga clic aquí para escucharlo). Sin embargo, creemos justo y necesario reivindicar la grabación que hiciera Wenceslao Cardoso. Si bien la misma no prosperó en el mundo hollywoodense, todavía suena en nuestros oídos su estridente alarido, el cual fuera calificado por la prensa italiana como "il nuovo castrato spagnolo", que podemos escuchar aquí, llenos de orgullo sempiterno y henchido el pecho para que su nombre no sea mancillado jamás.

Gérard


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Notas

(1) El polígrafo multiestilista Jon O'toto Cortissoz (ver Cortissoz, 1988) opinó que "de haberse consumado la elección de Wenceslao Cardoso como el verdadero compañero de aventuras de Tarzán, seguramente el éxito posterior que tuvo el personaje se hubiera magnificado y pontificado exponencialmente, siendo a la postre quizá más famoso que le mismo Robin, compañero inseparable del encapotado Batman". El mismo escritor y prohombre se aventuró a afirmar que el jurado que llevó a cabo aquella elección tenía "atrofiados y desestabilizadas (sic) las facultades básicas que los buenos artes sugieren para catapultar a los artistas desconocidos a la fama perenne". El cine, como vemos, se perdió de una promisoria estrella que hubiera sembrado una luz incomparable frente al decepcionante y secundario papel que desempeñó la tristemente célebre Mona Chita.

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Referencias

Cortissoz, Jon O'toto (1988). "Tarzan Is Among Us: Psychological Profiles Through The Ancient Cinema". Discurso (dictio brevis) impartido en el auditorio de la Universidad Eötvös. Budapest, 30 de febrero de 1988.

Wakeling, Nick Elodeon y Schmidt, Joseba (1935). Discursos seleccionados y otros delirios. Lepe: Ed. Burla Popular.

Zimmermann, Hans Töpf (1970). Die Magentöne und andere Fabeln. München: Scheissebücher Verlag. (Traducido al español por Ridaniel Calaio y Jesús Fuentorcida como "Los sonidos del estómago y otras fábulas". Málaga: Ediciones del Alcalde).


1 comentario:

Wenceslao2 dijo...

¡El grito de Burroughs junto al de il nuovo castrato spagnolo es hilarante! Se podría añadir un tercer grito, llamado "el terror de tarzán", acompañado del famoso cuadro de Munch.
P.D.: El enlace de la universidad de Eötvös es genial.