jueves, 4 de septiembre de 2008

Bildnis der Frau des Künstlers, sitzend


Amanece en Vis como lo ha hecho siempre. Entre las maniobras navales, el furor del combate y el humo de los cañones, no haces más que llorar en el baño de un hotel con tu nombre. Y no sé todavía si esas balas o esas lágrimas responden al nombre de la tristeza o llevan el apellido de aquellos que no caen luchando y llegan indiferentes a ninguna parte sin saber qué hacer de por vida.

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