martes, 27 de noviembre de 2007
Wen on the moon (I)
Cuando Wenceslao pisó por primera vez la luna, aún salía humo de la última fogata encendida por los blumisianos, pequeños ultracuerpos extraterrestres habitantes el planeta Blumisia, y fácilmente identificables gracias a su cuerpo multicolor y a sus antenas en forma de cornamenta renal. Naturalmente todos estos detalles los iría descubriendo Wenceslao en su serie viajera por el universo, aquel 23 de Diciembre de 1955, lo único que sabía es que acababa de llegar al satélite terrestre por naturaleza, y unos troncos requemados humeaban lenta y cadenciosamente dentro de un pequeño crater rodeado de unos cantos redondos extremadamente bien colocados. Como buen Boy Scout austrohungaro, se acercó arrastrando su cuerpo hacia la pira lunar (no conviene ser visto...). Cuando la distancia entre el fuego y su nariz era más corta que el aliento de una musaraña llegando al éxtasis sexual tras las pequeñas embestidas al cuerpo de su amante, Wenceslao alargó la mano sobre el tronco más humeante y lo agarró con delicadeza. Se lo acercó al oido mientras oetaba el horizonte vigilante de no ser descubierto. Cric, cric, cric, cric,cric...cric,cric,cric...cric...cric...cric,cric,cric,cric,cric...cric,cric,cric,...cric...cric...cric,cric,cric,cric,cric... los estallidos de la madera al abrasarse tenían una sincronización extrema, Wenceslao era consciente que de aquello saldrían conclusiones concretas sobre el tiempo de quema, el tipo de material incendiario, el tipo de combustible, la procedencia de su autor o autores, y demás datos interesantes claves para su primera investigación extraterrestre. Tras volver a mirar a su alrededor, giró su cuerpo con un movimiento rápido y con su espalda sobre el terreno , se fue arrastrando a ritmo del movimiento de sus glúteos hacia su nave espacial, ansioso como estaba por descubrir el secreto de la barbacoa lunar.
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3 comentarios:
"Ante la patraña de la agencia espacial soviética, que signó a Yuri Gagarin como el primer hombre que orbitó la Tierra en 1961, y ante el fiasco que significó la misión Apolo en 1969, declaro que sois todos unos impostores y plusbastardos, ignorantes ignominiosos y pústulas capitalistas e imperialistas, que chupáis la sangre de los débiles para vuestro provecho. Sois unos jumentos mentirosos".
(Extracto de la entrevista que WC concedió a la agencia soviética TASS luego del 20 de julio de 1969, a propósito de Schmidt y de la supuesta caminata lunar de Armstrong).
Sobre aquella entrevista (digna de ser rememorada en estados carenciales de vitamina C), ¿se sabe si existe algo de cierto en aquello que se dijo en la reunión de la OPEP de 70, sobre que Wenceslao anduvo tonteando con una botella de Stolichnaya aromatizada con extracto de sauce canadiense minutos antes de ser preguntado sobre el tema lunar, y que la vació de un solo trago mientras absorvía caviar ruso por las fosas nasales?
En efecto, no sólo se bebió de un golpe todo ese elíxir sino que también se bajó los pantalones y defecó sobre la mesa, frente a las cámaras y los micrófonos... mezcló con mucho ahínco el caviar de Beluga con sus excrementos y se los ingirió con supino placer, una cucharada tras otra. Luego miró la luna y eructó disimuladamente; cesó de llover y se hizo la luz.
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