
Una gorda insípida y cenicienta se pasea por el mostrador de un restaurante abierto a medianoche mientras come poco a poco los restos de la comida que ha sobrado del día. Y así paga uno tras otro sus tributos al imperio, comiendo indiferencia y aburrimiento mientras respira y sigue comiendo sobre sus piernas de elefante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario